El feminismo
salvó mi vida, al ayudarme a querer seguir viviendo, al encontrar amigas que me
apoyan cuando recuerdo los crudos momentos, al poder ver de otra manera a este
mundo, a esta sociedad machista. Pero ¿qué hay con las otras mujeres que aún no
pueden salir de esa cueva oscura, fría y húmeda?, ¿tendrán alguna amiga que las
ayude a salir?, ¿encontrarán algún libro que las ayude a entender todo lo que
nos pasa?, ¿escucharán algún podcast que las despierte? o ¿verán algún tipo de
violencia que las sacará de su burbuja? Espero que sea eso, antes de sufrir un
acto de violación, espero eso a que ellas tengan que ser maltratadas y prefiero
eso antes que su corazón no vuelva a latir. Así como me salvó a mí, espero
ayudar a muchas más mujeres para que no sean víctimas de violencia física,
sexual, psicológica u otro tipo de vulneración sobre su cuerpo y psiquis. Para
lograr eso tengo que ir más allá de las manifestaciones que hacemos al marchar
como activistas, tengo que acudir a la academización con la finalidad de
cuestionarme y a aperturar nuevos cambios gnoseológicos en el feminismo y
construir una teoría más firme y fuerte, que no posea vacíos y que esto pueda
plasmarse en políticas públicas. Tal vez ustedes lo consideren algo utópico,
pero si nosotras no nos proponemos esto ¿quién?, tenemos que generar cambios en
nuestras colectivas u organizaciones para beneficiar a las mujeres. Por ello postulo
a este curso, para poder aprender sobre las bases epistemológicas del
feminismo, pero no solo uno blanco, urbano y de clase media, sino uno que, al
mismo tiempo, evidencie mi realidad, uno que pueda incluir a las mujeres de
provincia, a las mujeres migrantes, a las mujeres que escapan de la
predominante definición de mujer.
Soy estudiante de
periodismo y soy feminista. Soy feminista porque el feminismo salvó mi vida, al
ayudarme a querer seguir viviendo, al encontrar amigas que me apoyan cuando
recuerdo los crudos momentos, al poder ver de otra manera a este mundo, a esta
sociedad machista. Pero ¿Qué hay con las otras mujeres que aún no pueden salir
de esa cueva oscura, fría y húmeda?, ¿tendrán alguna amiga que las ayude a
salir?, ¿encontrarán algún libro que las ayude a entender todo lo que les/nos
pasa?, ¿escucharán algún podcast que las despierte? o ¿verán algún tipo de
violencia que las sacará de su burbuja? Espero que sea eso, antes de sufrir un
acto de violación; espero eso a que ellas tengan que ser maltratadas y prefiero
eso antes que su corazón no vuelva a latir. Así como me salvó a mí, espero
ayudar a muchas más mujeres para que no sean víctimas de violencia física,
sexual, psicológica u otro tipo de vulneración sobre su cuerpo y psiquis. Para
lograr eso tengo que ir más allá de las manifestaciones que hacemos al marchar
como activistas, tengo que acudir a conocimientos con la finalidad de cuestionarme
y abrir nuevos horizontes en el feminismo, y aparte de eso que no solo tiene
que enfocarse en los estudios sociológicos o antropológicos, sino que tiene ser
transversal y en esa transversalidad tiene que estar el periodismo. ¿De qué
manera podría ser más viable? ¿Cómo se podría permitir un cambio en el
periodismo? ¿Cuál es la manera más eficiente? El podcast, en mi opinión, podría
ayudar a quebrantar las bases machistas que posee el periodismo, dado que nos
brinda una mayor libertad para poder hablar de cualquier tema y sumergirnos en
las historias de las mujeres, nos permitiría visibilizarlas en todas sus
facetas, en no solo mostrarlas como sujetas pasivas, sino como líderes,
compartir resúmenes de libros feministas o ayudar al proceso de deconstrucción.
Tal vez ustedes lo consideren algo utópico, pero si nosotras no nos proponemos
esto ¿quién?, tenemos que generar cambios en nuestras colectivas u
organizaciones para beneficiar a las mujeres. Por ello postulo a este curso,
para poder aprender sobre las bases del podcast y cómo hacerlos para que las
mujeres de provincia, a las mujeres migrantes, a las mujeres que escapan de la
predominante definición de mujer. Para todas.
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